Bailaban en narcotizantes aquelarres alrededor de hogueras, en la intimidad de las montañas, a la luz de la luna.
Y bajaban hasta la costa para bañarse desnudas en el mar antes de que saliera el sol.
Las Maguadas
Sacerdotizas nativas cuyos bailes y cánticos fueron repetidos posteriormente por las brujas.
Cuenta la leyenda que comenzaban a las doce en punto de la noche los aquelarres. Y se iniciaban los bailes, a las tres y media de la madrugada.